PERÚ, EL FANTASMA DEL PARTIDO COMUNISTA DEL PERÚ
Las elecciones en Perú no tienen ningún sentido, ni lo tuvieron nunca, porque el país jamás fue una democracia. La dictadura burguesa gobernó el país durante 204 años; no obstante la gente de Perú continuó participando en los procesos electorales sin cuestionarlos, hasta que en 1980, apareció en la escena política el Partido Comunista del Perú que dio inició a la lucha armada (ILA-80) en Chuschi, Ayacucho. A partir de allí las cosas empezaron a cambiar; los comunistas propusieron la consigna: ¡No votar! Esa consigna continúa vigente después de esa fecha, a pesar de que el PCP fue derrotado. Pero si se toma en cuenta el refrán: "tratada la causa, se acaban sus efectos" o "muerto el perro, se acabó la rabia", no ha sido así. Han pasado 35 años y el PCP sigue estando presente tanto en la política nacional como internacional y el pensamiento gonzalo particularmente en la mente colectivo de las personas, sobre todo durante los procesos electorales. Esto es lo que explica el "terruqueo" y la ley de apología al terrorismo y últimamente el "terrorismo" urbano.
Lo mencionado se comprende porque la ideología comunista, el marxismo-leninismo-maoísmo, principalmente maoísmo, que los comunistas peruanos enarbolan a nivel mundial, y el pensamiento gonzalo en relación con las condiciones específicas de Perú, lo tienen muy claro. También saben que las elecciones —sean estas generales o para promulgar una constitución— solo han servido y seguirán sirviendo para que esa clase arraigada en el poder continúe chupando la sangre del pueblo oprimido. Por eso es que los comunistas de Perú no se involucran en el espectáculo electoral.
Desde que el Perú surgió como Estado, después de la falsa independencia proclamada en 1821 por el masón José de San Martín, que liberó a una clase de burgueses terratenientes que desde entonces hasta ahora han gobernado apoderándose del país y compartiéndolo con la clase burguesa extranjera y con el imperialismo, quienes al final son los propietarios del Perú. Durante 204 años, esa clase maldita de peruanos que ha gobernado la nación no ha desarrollado una sola región. Lo único que han hecho es mantenerla en un estado semicolonial y semifeudal, base sobre la que se ha desarrollado un capitalismo burocrático que está estrangulando al país más ás hacia el abismo.
Manuel González Prada afirmó en 1888 que "en Perú, cuando se ponía el dedo, brotaba pus". Desde entonces hasta hoy han transcurrido 137 años y siempre son los mismos que nos han gobernado. Entonces, ¿qué es lo que brota ahora cuando se pone el dedo? Es una porquería tras otra, y esa porquería está enquistada en el Estado que ha sido tomado por una clase, una élite reducida de sinvergüenzas y vagos miserables que ejerce el poder para someter a la mayoría del pueblo trabajador y humilde que, debido a su condición de mayoría, ganó las elecciones en 2021 de manera legítima y legal. Pero fue esta minoría de rateros, de zánganos, que actualmente nos gobiernan los que no aceptaron su derrota propiciando un golpe de Estado blando al capturar, secuestrar y encarcelar injustamente al presidente Pedro Castillo Terrones.
Lenin ya lo había afirmado:
"Solo los bribones o los tontos pueden creer que el proletariado debe primero conquistar la mayoría en las votaciones realizadas bajo el yugo de la burguesía, bajo el yugo de la esclavitud asalariada, y que solo después debe conquistar el poder. Esto es el colmo de la estulticia o de la hipocresía, esto es sustituir la lucha de clases y la revolución por votaciones bajo el viejo régimen, bajo el viejo Poder".
Por lo tanto, desde esa histórica fecha ILA-80, los comunistas m-l-m, pm; elevaron la siguiente consigna en el punto más alto de la lucha del proletariado mundial: ¡No votar! Desde entonces, a pesar de las multas y sanciones administrativas establecidas, el porcentaje de votantes ha ido cayendo significativamente. Y para las próximas elecciones del 2026, el porcentaje de personas que no votarán parece que será mayor. Por consiguiente, es cierto que el fantasma del comunismo recorre el Perú; porque incluso hasta la delincuente, Keiko Sofía Fujimori, que se presenta por cuarta vez en estas próximas elecciones con el ánimo de ser elegida sin importar que el pueblo le ha negado su voto tres veces, sueña con los comunistas.
En la actualidad, en campaña electoral con otros partidos, muchos de los cuales fueron creados por ella, presume estar a la cabeza en las encuestas. A la comunidad internacional decirle que es mentira, que todos esos partidos terruqueadores, que tienen las manos manchadas de sangre por haber avalado el genocidio de 80 peruanos que salieron a manifestarse entre diciembre de 2022 y marzo de 2023. Estos partidos no están prohibidos únicamente en las regiones del interior del país, sino también en algunos barrios de la ciudad de Lima. Asimismo, la japonesa Keiko Sofía Fujimori no escatima en utilizar símbolos comunistas para revivir esa guerra interna con el fin de erigirse, como su padre lo hizo en los 90 contra los comunistas, y luchar contra el supuesto "terrorismo" que solo existe en su cabeza. Pretende hacer creer al pueblo como que es este el que no se da cuenta de que
sendero a vuelto, que creen que es ella la que esta tramando la farsa de realizar pintas y poner banderas con la hoz y el martillo donde se le ocurra para culpar a los comunistas y justificar un golpe de Estado que ya vienen preparando con el respaldo del congreso y las Fuerzas Armadas. El pueblo a lo tiene claro, que no ha duda al respecto porque siempre que han habido elecciones ella despierta al cuco del comunista para alegar que solo el fujimorismo puede salvar al Perú de las garras del terrorismo comunista como lo hizo su padre en la década de los 90.
Hoy, a pocos meses de llevarse a cabo las elecciones, 12 de abril de 2026, todos los partidos ya en campaña se han lanzado al ruedo; mucho antes de lo programado, para enero; incluso ya han anunciado sus planchas presidenciales. Sí, la borrachera electoral ha empezado sobre los restos de los peruanos asesinados y, hasta el golpe congresal del 7 de diciembre de 2022, quedan como si nada hubiera pasado. Borrón y cuenta nueva. Ahora empezar otra vez. El mismo presidente Pedro Castillo Terrones vuelve anunciando desde prisión la lista presidencial de su nueva agrupación, Juntos con el Perú: Pedro Castillo, exmandatario, afirma: "Roberto Sánchez sería el presidente, Ana Li Márquez sería la primera vicepresidenta y Brígida Curo la segunda vicepresidenta". Él iría con el número 1 como senador por dicha agrupación: "Vamos a recuperar el gobierno", ha dicho. La izquierda no aprende, Pedro Castillo Terrones, no aprende, el pueblo no aprende. ¿Acaso cree que la derecha, esa derecha arrogante, les va a ceder el poder? No se enteran de que la izquierda está proscrita no solo en Perú, sino también en Venezuela, Colombia, incluso España. Esa izquierda que, teniendo el poder, no supo conservarlo en Bolivia, Chile y Ecuador ¿Qué creen? Desde el 10 de octubre, al vacar a Dina la asesina, que es parte de su plan, los fujimoristas ya se han hecho del poder y han puesto de presidente a su títere, José Jerí, y como presidente del Congreso a ese mercenario de la política Fernando Rospigliosi, que sería el que daría un golpe de Estado con las Fuerzas Armadas al estilo de Alberto Fujimori en 1992 y el que pasaría la presidencia a Keiko, la japonesa, o gobernaría con ella.
No es casual que haya más de 40 partidos inscritos, de los cuales el 70% están de relleno para apoyar, llegado el momento, a la japonesa en el congreso, como para volver a repetir otro golpe congresal como el del 7 de diciembre de 2022. Mientras el pueblo no entienda que el Perú no tiene una salida dentro de este sistema putrefacto, seguirá cada cierto periodo de tiempo (cinco años) acudiendo al espectáculo circense para elegir a su verdugo que lo seguirá hundiendo en la miseria hasta que recapacite... Como tampoco es casual que la procesión del Señor de los Milagros haya, con el tiempo, aumentado su salida por las calles de Lima hasta duplicarla en relación a la década de los 80 e incluso en alguna década triplicarla; veamos:
1980: Salió 18 y 19 de octubre, más el 1.º de noviembre. (3)
1990; Salió el 4, 18, 19 y 28 de octubre, más el 1.º de noviembre. (5)
2010: Salió los sábados y domingos, más el 1.º de noviembre. (9)
2020: Salió el 4, 18, 19 y 28 de octubre, más el 1.º de noviembre. (5)
2025: Salió el 4, 18, 19, 26 y 28 de octubre, más el 1.º de noviembre. (6)
Este fenómeno tiene su explicación en que el gobierno pretende contrarrestar esa desconfianza que tiene el pueblo limeño respecto de sus autoridades. Por eso, está implementando acciones para promover la kukufatería y promover la participación de la religión y la iglesia para alienar el espíritu del pueblo con el objetivo de someterlo, como lo ha venido haciendo desde hace 5 siglos hasta el presente, para impedir que se levante y se manifieste en defensa de sus derechos. Lo mismo viene haciendo con la educación básica: obligar a los alumnos a entonar el himno nacional para elevar el espíritu patriótico de los estudiantes y volver al Servicio Militar Obligatorio. En conclusión, lo que busca es someter al pueblo. Y, para que sirva de ejemplo, en la primera fila, llevando el anda, estaban los gobernantes y congresistas como si fueran un modelo a seguir esta sarta de criminales y ladrones.
Todos estos delincuentes han comenzado a salir de su escondite. De esa depredadora cloaca de ratas que es el congreso, van en busca del pueblo para pedirle que los elijan nuevamente en las elecciones del 2026. El pueblo, al parecer, ha notado a lo largo del tiempo que siempre sucede esto antes de las elecciones. Y ahora recuerdan a algunos congresistas que les dijeron y le siguen repitiendo aún: "Que aprendan a votar". Desgraciadamente, en esta forma de "democracia representativa", el pueblo los escoge por un periodo de cinco años. Lo más grave es que el pueblo no tiene otra opción que votar por quien sea. Si el seleccionado no colabora con los grupos de poder y la alta burguesía, ya sea desde el ejecutivo o el legislativo, lo amenazan, lo difaman y lo calumnian. Y si no hay antecedentes, se los crean; el ejemplo más claro es el de Pedro Castillo Terrones. La otra alternativa es no votar, aunque esto último conlleva una sanción administrativa y la obligación de pagar una multa. Pero, algo más, ese congreso que viene modificando a su antojo y de acuerdo a sus interese personales y de grupo, está haciendo lo que le viene en gana ya no solo con la Constitución, sino también con el Código Penal. Los congresistas, Limachi Quispe, Nieves Esmeralda, Sánchez Palomino, Roberto Helbert del partido Juntos por el Perú, presentaron un Proyecto de Ley N.º 13059/2025-CR para modificar el artículo 356 para penalizar así, con cinco a ocho años de prisión y además con 120 a 350 días de multa al que no cumpla con el "deber" de todo ciudadano, el sufragio. Pero lo inaudito, que pone de manifiesto la desesperación y los temores de esta gentuza, es que luego con fecha 8 de noviembre sacan un comunicado a nombre de dicho partido, solicitando a la congresista Limachi que retire el mencionado proyecto. No hay justificación alguna para lo que estén haciendo, esto solo pone en evidencia, los traidores que son y pueden ser. Esa indecisión, no garantiza, cualquiera sea el partido que llegue al poder, coludirse con el fujimorismo como ya lo han hecho y lo vienen haciendo.
noviembre sacan un comunicado a nombre de dicho partido, solicitando a la congresista Limachi que retire el mencionado proyecto. No hay justificación alguna para lo que están haciendo, esto solo pone en evidencia, los traidores que son y su indecisión, cuestión que no garantiza cualquiera sea el partido que llegue al poder coludirse con el fujimorismo.
En conclusión, la crisis por la que está pasando el Estado peruano es irreparable, es una crisis tan gigante que ya no depende ni siquiera de él, sino de intereses extranjeros que se han adueñado del país y que el pueblo sin darse cuenta viene validando con su participación en las elecciones cada cinco años que nunca han solucionado la crisis que que ellos mismos viene acumulando desde hace más de 200 años.
NT: 19 de noviembre de 2025