ELECCIONES 2023
LA DERECHA Y LA ULTRADERECHA BUSCAN QUE EL SANCHISMO LE CEDA EL PODER POER SER LA COALICIÓN GANADORA
El pasado 23 de julio fueron convocados a las urnas alrededor de 37, 5 millones de españoles para elegir en elecciones generales a senadores (208), diputados (350) y al presidente. La campaña electoral dirigida por las encuestas daban como ganador a la "derecha" del Partido Popular (PP) que engendró a VOX (ultraderecha) con el cual viene gobernando en varios gobiernos autonómicos, provinciales y locales tras el triunfo arrollador del pasado mayo, el triunfo se le subió a la cabeza al PP y quiso prescindir de su hijo putativo al que pretendió robarles votos. En esa campaña de substraer votos tantos de VOX como de la facción derecha del PSOE pretendía gobernar con mayoría absoluta (176 escaños). Los tiros le salieron por la culata y solo consiguió 136 votos de los 160 que se había propuesto conseguir para completar la mayoría con los residuos de VOX. En total la coalición PP-VOX solo lograban sumar 169 a la espera que los votos del extranjero le pudieran dar unos escaños más en desmedro de VOX sin contar que el PSOE pudiera también obtener alguno que otro voto sin que en nada cambiaría el tablero. El PP y VOX no son conscientes de que el pueblo los aborrece y que ningún partido (quiere pactar con ellos) y aunque éste pueblo que se cree de clase media le ha permitido unos resultados altos que le ha permitido "ganar", el formar coalición con VOX y adoptar políticas reaccionarias (ley de violencia de genero a la que piensa cambiar por violencia domiciliaria le ha pasado factura así como también la ley LGTBI y la de inmigración...) han actuado como búmeran. Así, la coalición no tiene con quien pactar para ser gobierno y aunque ha ganado las elecciones en realidad las ha perdido porque la constitución española establece una democracia parlamentaria (sistema parlamentarista). Esta Coalición PP-VOX le pide al PSOE que no bloquee que le deje gobernar por ser la fuerza más votada, la que ha ganado. No quieren recordar que así llegó Ayuso en su primer gobierno a la comunidad de Madrid en 2019 con el apoya de Ciudadanos cuando el que ganó las elecciones en las urnas fue Ángel Gabilondo del PSOE que se vio en la misma tesitura como el PP ahora. La única opción que tienen y en donde son expertos, unos grandísimos expertos, es en el transfuguismo comprar diputados como lo hizo Esperanza Aguirre contra Rafael Simancas en el famoso tamayazo. No hay otro modo.
Al otro lado tenemos al perdedor ganador, al PSOE que hace coalición con Sumar que se ha engullido a Podemos y a IU ahora desparecidos que solo sirven para como bien se llama el movimiento Sumar una retahíla de partidos que en conjunto hacen fuerza pero que por si solo desaparecerían como Ciudadanos de Albert Rivera. en conjunto han llegado a 153 escaños, 122 y 31 respectivamente.
Ahora todo está en los pactos con los nacionalistas independentistas (Esquerra y Juns) que las circunstancias que le son desfavorables por la cantidad de votos y escaños que han perdido, le viene esta situación a pelo y los hace importantes como para seguir pidiendo referéndum de autodeterminación. Y aunque si van por ese camino no solo seguirán perdiendo apoyo de los nostálgicos independentistas sino que se arriesgan a ser quitados de la escena política como la CUP que ha quedado fuera de la contienda. pedir lo imposible, el referéndum, puede llevar a bloquear la investidura que conllevaría a nuevas elecciones. Bastaría con que uno de ellos se abstenga para que P. Sánchez sea presidente. la suma con estos sería como sigue:
PSOE 121 + Sumar 31 + Esquerra 7 + Juns 7 + Bildu 6 + PNV 5 = Total: 1 7 7
Aunque, todo aún no esta dicho, no es solo el fantasma del tamayazo que puede resucitar sino también la historia de traiciones que tienen los nacionalistas independentistas que desde la transición han sido concubinas tanto del PSOE como del PP. Ya veremos como queda este zafarrancho en que el PSOE tendrá que lidiar con el interés de tantos grupos que hay en Sumar y con los que tiene que pactar.
En cuanto a la participación si bien es cierto no es obligatorio votar, en España, el hecho que se mantenga desde 1979 hasta la actualidad en promedio 68% a 70 % (podríamos decir que se mantiene con altibajos) como se aprecia en la imagen. Y, con respecto a las elecciones generales de 2019 (66%) se pone por encima en 4 puntos. El porcentaje de no participación es relativamente alto, nada menos que 12,8 millones no acudieron a las urnas lo que hace un 50.1% la mitad que no acudio a votar. De 37,5 millones de convocados a votar solo participó 24, 7 millones. En cifras reales, dos tercios de participantes contra un tercio de no participación.