En cuanto a las alianzas de los partidos políticos para estas elecciones que se aproximan este 2026, era de esperar, ya que son 43 partidos políticos, pero estas alianzas no se han producido como se esperaba y, de los 43 partidos políticos inscritos, solo lo han hecho 11, formando 5 alianzas. 32 no lo han hecho y la fecha venció el 2 de agosto. La valla, para permanecer inscritos y participar en estas elecciones, es del 5%; si los electores son 27 millones, cada partido necesita 1 millón 350 mil electores, que es imposible conseguir. Pero, como ya sabemos, en el Perú todo es posible; en eso consiste la "democracia". Los partidos tradicionales, sobre todo los de derechas, viejos y por ello diablos, ya tienen sus alianzas no oficiales y estas se evidencian especialmente en la segunda vuelta, en la que hasta la izquierda se les une. Ejemplos: IU y APRA, IU y Cambio 90. Pero para estas elecciones de 2026 hay una "alianza", no oficial, producto del fraude, de la corrupción, del genocidio, la impunidad y un largo etcétera de maldades y vilezas cometidas por el Estado. La alianza a la que hago referencia es la de la “nueva izquierda”, izquierda convocada por Pedro Castillo Terrones desde la prisión. Alianza no oficial representada legalmente por el partido inscrito ante el JNE, Juntos por el Perú (JP), y el partido Todo con el Pueblo (TCP), no inscrito para estas elecciones, pero que el JNE lo ha reconocido e inscrito para las próximas. Para que el JNE lo haya reconocido, algo ha tenido que haber sucedido con Pedro Castillo Terrones y con los que lo asesoran, y es lógico pensar en un cambio de los planteamientos programáticos en el ideario del partido Perú Libre que él abanderó en las elecciones pasadas del 2021. Esta convocatoria a la unidad llamada por Pedro Castillo Terrones no está nada clara; hay muchas incoherencias y se está actuando como lo hace el fujimorismo, alquilando autobuses y contratando guardaespaldas para acudir a la concentración en Huaicán. En esta se ha visto el derroche logístico desplegado con una concurrencia más capitalina que del interior del país.
Esta alianza entre JP y TCP ha conformado un frente que agrupa a partidos y organizaciones populares para participar en las elecciones del 2026, bajo una propuesta de acuerdos. En este frente, las ideologías quedan al margen. Lo fundamental es el país; en ese sentido, que los acuerdos sean aceptados por la mayoría. Los intereses que pueda tener tal o cual organización o partido no interesan, no vienen al caso. El único interés es el país. ¿Estarán dispuestos los integrantes de este frente a desprenderse de ellos y del de los grupos de poder? Analicemos la coyuntura.
El partido Juntos por el Perú fue fundado el 2017 por Yehude Simon; antes había fundado el Partido Humanista Peruano el 2001 y antes, en 1992, fue detenido por apología de terrorismo al MRTA, siendo indultado en el 2000. Yehude Simon regresa a la política y postula al gobierno de la región de Lambayeque, que gobierna desde 2003 hasta el 2006. Fue corresponsable en el 2008 en el Baguazo en el segundo gobierno de Alan García, donde fue presidente del Consejo de Ministros. El presidente actual del partido Juntos por el Perú desde el 2017 es el hoy congresista Roberto H. Sánchez Palomino, que militó en el Partido Humanista Peruano de Y. Simon. Roberto Sánchez Palomino fue ministro de Exteriores y Turismo de Pedro Castillo Terrones y congresista por Juntos por el Perú. Juntos por el Perú: ¿Hasta qué punto es confiable dentro del frente, considerando que este partido ha convivido con la derecha y con los caviares? De sus cinco congresistas, en la tercera vacancia, 4 la apoyaron y 1 se abstuvo; esta abstención fue la del presidente del partido JP, Ministro de Comercio Exterior y Turismo del presidente Castillo; me refiero a Roberto Sánchez Palomino, que debe una explicación al respecto.
En la imagen de al lado, vemos a JP. En verde con círculo rojo, a 4 congresistas que aprobaron la vacancia de Pedro Castillo Terrones y debajo, en blanco, la abstención que corresponde a Roberto Sánchez Palomino, todos ellos congresistas que traicionaron al presidente Castillo y con los cuales hoy forman un frente común. ¿Cuál es el acuerdo entre JP y TCP? El presidente de JP sabe que Pedro Castillo Terrones, hoy en día, victimizado, maneja una gran bolsa de votos, no solo en las regiones, sino también en las barriadas de la capital, y que cuenta además con el voto antifujimorista de la clase media. La pregunta es con qué programa gobernaría este frente, porque como tal los intereses de los dirigentes y de los partidos estarían supeditados a los intereses del país y no de personas o de los grupos que integran ese frente.
Pero, además, ¿quién lideraría este frente en estas elecciones? ¿Basta con los acuerdos a que han llegado para consolidar el frente? Para empezar, se da por descartado que el presidente que dirija la organización no sería otro que no fuese Roberto Sánchez y, por lo tanto, el que postule a la presidencia. ¿Pero qué gana el partido Todo con el Pueblo y Pedro Castillo Terrones, haciendo presidente a Roberto Sánchez Palomino? Se da por descartado que tendría que indultar a Pedro Castillo Terrones. Ya el congresista de JP Cutipa ha dicho que Pedro Castillo Terrones será candidato al parlamento y que será en el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) de Juntos por el Perú donde se definirá si Castillo Terrones irá a la Cámara de Diputados o de Senadores.
De la alianza anunciada este 17 de agosto de 2025 en Huaycán se entrevé un acuerdo con otras fuerzas que aún no se tienen muy claras, como Perú Libre, APU, Todo con el Pueblo (que incorpora movimientos y organizaciones populares), así como relaciones con MOVADEFF y Antauro Humala que, aunque no se ha reunido con Pedro Castillo Terrones, sí lo ha hecho con Sánchez Palomino. Este sí se ha reunido con Pablo Salas Charca, que no tiene autorización de los pueblos originarios para que en su nombre llegue a acuerdos con Sánchez Palomino de JP. Ha sido desmentido: los pueblos originarios de Puno no lo han nombrado presidente de todos los presidentes de la región y menos autorizado para llegar a acuerdos políticos con partidos de oscura trayectoria.
Parlamentarios que se abstuvieron de la vacancia de PCT
Pedro Castillo Terrones, ¿acaso es consciente de lo que están haciendo en su nombre los que lo representan a través de terceros? Entendemos su situación y la opción que se le presenta para obtener su libertad, pero eso no justifica arrastrar a las masas al matadero. Hay una gran masa que no está de acuerdo con esta alianza, con este frente, como se ha visto en la concentración en Huaicán o como la de los pueblos originarios; en ese sentido, cuestionarnos si el presidente Castillo, a través del partido Juntos por el Perú, ha llegado a algún acuerdo con la reacción, con la derecha, con el fujimorismo, para liberar al expresidente Castillo. En esta coyuntura electoral, todo es posible, menos los intereses en favor del pueblo. Por ello es importante, para tener las cosas claras, y el video del señor Juvenal en ese sentido es muy claro. Por otro lado, hay partidos como el partido APU de Aníbal Torres, un personaje en entredicho y cuestionado por su relación con el fujimorismo y con Vladimiro Montesinos que forma parte de este frente. Y un frente está conformado por todos los partidos políticos, ya sean de derecha o de izquierda, al margen de las ideologías que asuman los mismos acuerdos. ¿Qué le hace pensar a Pedro Castillo Terrones que estas nuevas elecciones del 2026 van a ser diferentes a las del 2021, donde la "izquierda" ganó, pero es la derecha quien terminó gobernando? Por otro lado, en esta concentración, la participación del pueblo del interior ha sido escasa; la mayoría que acudió, que tampoco han sido muchos, venían de las barriadas, de los conos de los cerros y militantes y simpatizantes de los partidos de la capital mencionados.
Es lamentable que el pueblo peruano no aprenda de la experiencia de las elecciones pasadas. Y la única manera de que eso (golpe blando) no se repita es que esta o cualquier "izquierda" concilie con la derecha, como siempre lo ha hecho, para mantener el sistema; de lo contrario, esa derecha impondría nuevamente la dictadura, ya sea militar o nuevamente una dictadura blanda a través de un fraude electoral, de allí la dupla Jerí y Rospigliosi como presidente y primer vicepresidente, respectivamente. Y, si la derecha deja que gobierne la izquierda, siempre buscarían socavar; ya tenemos el reciente caso de Bolivia, cómo esa izquierda boliviana le entregó hace pocos días el poder a la derecha.
En resumen, las elecciones solo han servido para desmovilizar al pueblo; han roto la unidad del pueblo peruano en su lucha por hacer respetar su derecho al sufragio en estas elecciones pasadas en que, habiendo ganado legítimamente los grupos de poder y el estado corrupto y mafioso con el apoyo del imperialismo, le arrebataron el poder y son los que gobiernan habiendo perdido. En estas nuevas elecciones, que ya están a las puertas, ya se han preparado y están dispuestas a volver a hacerlo de una u otra forma. Pedro Castillo Terrones, en su desesperación, busca unir a esa izquierda sufrida y oportunista que se ha conchabado con esa otra izquierda que le llaman caviar, centralizada en la capital, con todos los vicios de la derecha a la que siempre saca de apuros, como ya lo hemos apreciado, en esta legislatura que está por acabar y con la que terminarán uniéndose. Así, ese pueblo del interior al que usan como carne de cañón, que viendo cómo se ponen de acuerdo para repartirse el poder con traidores como ese Antauro o ese Aníbal o el mismo Roberto Sánchez, entre otros, mientras aquellos hijos del pueblo que participaron en las movilizaciones y dieron la vida no tienen representación para estas nuevas elecciones.
NT: 23 de agosto 2025