ATENTADO DE TARATA
El gobierno peruano, el Estado peruano, la reacción en su conjunto, culpó del atentado terrorista que se produjo el 16 de julio de 1992 en Miraflores, en la calle tarata, al Partido Comunista del Perú, y el pueblo, pueblo que no tiene capacidad de análisis crítico, que solo repite lo que publica esa prensa mermelera y reaccionaria coludida con el sicariato y que se arrastra tras algunas migas que le alcanzan los grupos de poder, publicó en grandes titulares "sendero luminoso": ¡Atentado terrorista perpetrado por sendero luminoso! Esto fue tres meses después de que Fujimori y Montesinos dieran el golpe de Estado el 5 de abril de 1992, y necesitaba, el taimado, hacer todo lo que hizo para justificar su política vendepatria, genocida y exterminadora. Sus predecesores Belaunde y García fueron sus mentores, a los que superó largamente en todos los aspectos, sobre todo en la corrupción, el genocidio y en su ligazón con el narcotráfico que su hija ha continuado y que sin ser presidente ya lo supera y con creces.
El golpe de Estado de Fujimori no fue una cuestión espontánea, fue planificada con la CIA-NA cuando el japonés Fujimori, no bien ganó las elecciones con mediación de Hernando de Soto y Carlos Rodríguez Pastor, le hicieron firmar la hoja de ruta.
Los males del Perú cada vez venido a menos no podían resolverse por la vía de la falsa democracia, la hiperinflación que galopaba con el primer gobierno de García llegó a ser de 2'178,482 % Según cifras del Banco Central de Reserva, no solo desbocaba, sino que iba de la mano con toda la economía que hacía agua por todos lados.
El presidente Gonzalo ya lo había anticipado años atrás, y a la manzana podrida de González Prada, quien dijo acerca del Perú, que donde se le pusiera el dedo brotaría el pus. Dedujo, que el Perú no tenía alternativa, por lo tanto, se puso en marcha a la lucha armada contra el Estado. Hoy que el país es ingobernable, la historia le da la razón.
Cuando Fujimori regreso de los EEUU con De Soto y Rodríguez Pastor vino con la receta neoliberal y la impuso a sabiendas de las consecuencias futuras "que lo que era pan para hoy sería miseria y hambre para mañana", para ello tenía que despejar el camino de ese pueblo que le justificaba sus delitos y que apoyó el golpe, ese pueblo que es el mismo que hoy marcha y marcha
para combatir a los que en los 80, apoyó, es decir, al fujimorismo que se ha apoderado de las instituciones del Estado. Ese pueblo al que Fujimori le diera armas para combatir a los comunistas, sí, ese pueblo que formó parte de las Rondas Campesinas (RC) y de los Comités de Autodefensa (CAD), son los mismos que asesinaron a comunistas y campesinos que luchaban por liberar al Perú. Las cosas cambian, se transforman, y la derecha, con la ultraderecha aprenden de esa falsa izquierda con la cual convive, sobre todo en momentos difíciles como actualmente, y si como antes esas rondas y CAD ahoras enemigas de esos ultras, están en su contra, esa derecha siguiendo las estrategias de la izquierda como
izquierda como la venezolana de Chávez y de Maduro buscará enquistarse para enfrentar nuevamente masas contra masas. Si, nuevamente se volverían a encontrar, la cuestión es que los ronderos y los CAD no tienen ahora el apoyo del Estado y ni falta que les hace, ahora tienen sus fuerzas de choque en los reservistas que apoyan a Keiko y al grupo "La resistencia". Y así como Maduro formó sus milicias la derecha en el Perú hará lo mismo. Además tienen de su parte a las fuerzas armadas y policiales a las que pretenderán derrotar, pero ya sabemos que el pueblo es gallina y como tal, no se cansa de que lo humillen.
En este contexto hay que ver lo ocurrido en Tarata. A esa derecha no le importa la vida del prójimo. Estamos viendo las atrocidades que comete en Palestina (Gaza), son criminales, son escoria, son miasma, estiércol... y también lo que viene ocurriendo en el mismo Perú: más de 70 muertos. A un hombre le disparan una bomba lacrimógena en plena cabeza, a un joven lo acribillan por la espalda...
Ahora qué tenemos, ¡nada! Se remató el Perú al mejor postor, y el producto de ese remate, ¿dónde está? En el bolsillo de estos delincuentes. Dinero, que sirve para sobornar, chantajear, comprar voluntades, prostituir, matar, asesinar y silenciar. Así, pues, al pueblo peruano, si le dicen que los chanchos vuelan, día y noche, se la pasará mirando al cielo hasta encontrar que pase uno. Igual ocurre con el terruqueo, terruco este terruco el otro. Siempre buscaran un motivo, sembraran armas, dinamita, drogas para cumplir sus planes, así por lo menos el analista Daniel Estulín, analiza el atentado de Tarata.
NR 16 de abril 2025