La visita de la asesina Dina al Papa Francisco fue una visita concertada por el nuncio que la solicitó a su pedido, pero esta mujer fue tan descarada que no acudió a la misa del señor de los milagros que se celebra todos los años. No fue ella ni su sequito ni el alcalde ni congresistas. Pero sí expedita había ido a pedirle que interceda para visitar al papa Francisco al Vaticano. Desvergonzada, cara dura.
Protocolarmente vestida de negro absoluto (cuervo) acompañada de su perrita faldera, la ministra de RREE. ¿Conque intensión solicitó la cita con el santo padre y su visita a la Alemania Nazi y luego a EEUU? Cosa ya sabida por el pueblo peruano. Ahora como no logró nada en USA volverá a ir para hacer nuevamente el ridículo.
La mujer, busca atraer la inversión privada que está en retirada debido a que el gobierno no genera confianza. Ya no solo por la represión y genocidio de los alrededor de setenta peruanos, sino porque el sistema no genera esa confianza institucional a través de los poderes de estado, poderes que el pueblo repudia y que en las encuestas no le dan más que el 10% de aprobación y más aún, porque remueven sin causa ni justificación alguna la sombra de sendero luminoso. Así la cara dura, solo basta dar una mirada a la foto arriba, para ver que la mujer parece una bruja, todas ella patética, esperpéntica que le hace sentir incomoda por lo que ha hecho y continua haciendo en el Perú. Esa foto la retrata como asesina, retrata su cinismo y sinvergüencería que sabe que incomoda al papa como también se puede apreciar en su rostro.