El proceso judicial, que se le sigue al presidente Pedro Castillo Terrones, en su etapa final, ha quedado suspendido porque el teniente de la PNP, Eder Infanzón Gómez, fue acusado con otros dos de haber participado en el golpe del 7 de diciembre del 2022. Al estar no habido, se le consideró como reo contumaz por no presentarse a declarar en el juicio el 3 de marzo. Hecha las averiguaciones se dio con su paradero en Suiza, por lo que el Ministerio Público de Perú solicitó a su homólogo en Suiza su cooperación, cuestión que fue denegada por las autoridades suizas por tratarse de un "delito de carácter político".
Lo que ha hecho Suiza, ya había sido previsto por los abogados de Pedro Castillo, Zaffaroni y Crosato, que le sugirieron que presentara una denuncia y una medida cautelar ante la jurisdicción internacional haciendo ver que se estaban violando sus derechos políticos (caso Petro cuando era alcalde de Bogotá). Fue por ello que el premier Otarola previendo esto, sugirió también al Congreso y a la Fiscalía de la Nación que aceleren los temas de corrupción, casos que casi no se pueden defender en la jurisdicción internacional. Con esto y el pronunciamiento de las autoridades suizas, queda más que claro que el delito por rebelión del presidente Castillo no es tal y todo apunta a que podría ser liberado y restituido en su cargo.
¿Qué consecuencias puede acarrear esta decisión de las autoridades suizas? Para empezar, todas las motivaciones, que la derecha y los ultras, así como la de los caviares de izquierda, todas estaban dirigidas a desestabilizar al gobierno de Pedro Castillo Terrones, desde el inicio, en especial el partido Fuerza Popular liderado por la japonesa KKF. No hubo día, las 24 horas, que esa prensa basura no dedicara los más mínimos esfuerzos buscando información, sobre todo información falsa, para desacreditar la labor del presidente Castillo. Y en esta carrera por el poder todo vale; si no tienes antecedentes, te los crean y si no tienes delitos, te los siembran, así funciona el Estado peruano. ¿Cuántos inocentes están purgando pena por delitos de narcotráfico y terrorismo, delitos que nunca se cometieron, pero con pruebas que la policía les sembró, se metió en chirona a muchos inocentes? Para esto son muy eficientes.
El Estado peruano adolece de una enfermedad crónica. Ya el Perú, a lo del pus de González Prada, se ha hecho resistente. Ahora a ese pus se ha añadido un cáncer que está en estadio terminal. En Suiza, se ha descubierto un fármaco, pero ya es muy tarde; a lo sumo el Perú sobrevivirá como un zombi. Lo que necesita el Perú es un enterrador y este puede surgir de un momento a otro. Este enterrador tendrá que surgir desde las cenizas esparcidas y tendrá que ser entre este año y el próximo. El que Suiza haya hecho abrigar una esperanza, es una ilusión cortoplacista, en nada va a cambiar la decisión del tribunal judicial, ya tomada, ni de los grupos de poder nacional e internacional. Los intereses que estos tienen pesan más que la vida de un ser humano, ¿acaso no estamos viendo los genocidios en Gaza, en Ucrania, etcétera? Claro. Así, acaso los gringos no acabaron con Omar Gadafi, de Libia; con Sadam Huseín, de Irak; Salvador Allende, en Chile, etcétera. Más aún, ¿acaso no está aún fresca en nuestra memoria lo más de 70 asesinados por esta usurpadora de Dina que compromete a las FFAA y al poder judicial y al congreso? No va a ser fácil; en el caso Petro, no había delitos de las autoridades en proceso, como en el Perú. La usurpadora y asesina Dina, tendría que dar su consentimiento y firmar lo que dispongan los organismos internacionales al respecto, como lo hizo el presidente de Colombia, Manuel Santos, pero sería ponerse la soga al cuello y también en el de sus cómplices.
En una cosa tienen razón ciertos periodistas reaccionario, Y es que al presidente Pedro Castillo Terrones, se le ha victimizado y esta victimización ha calado en el pueblo peruano que no solo pide su liberación, sino también que sea restituido en su cargo y algunos sueñan que así sea abrigando la esperanza que sea pronto para que sea él quien convoque las elecciones generales para el 2026, como si estas no estuvieran amañadas lo que si acabaría en una revuelta ciudadana lo que acarrearía un golpe militar a favor de los que ahora ostentan el poder.
Al parecer, lo que tanto se llenaban la boca con Venezuela y Nicolás Maduro, hoy podemos decir sin temor a equivocarnos de que el Estado peruano, el gobierno peruano, resultó peor que Venezuela, y las mentiras infundadas son las que les caen a ellos mismos como un bumerán porque si comparamos el gobierno de Maduro con el de la asesina Dina, la democracia venezolana es mucho más estable política, social y económicamente y no está dando pena por el mundo como el Perú que no solo dan pena por no saber lo que hacen en el gobierno, sino porque no tienen capacidad para hacer nada en provecho de los peruanos y de ellos mismo que no sea robar, matar, asesinar, y para limpiar sus delitos porque saben que irán a la cárcel buscan desvincularse de las organizaciones internacionales, por un lado, por otro copar todas las instituciones del Estado y si esto no funciona dar un golpe de Estado duro con el aparato militar de las fuerzas armadas porque cabe la posibilidad remota de que el presidente Castillo sea restituido y como lo dijo un militar si Pedro Castillo sale libre nosotros iremos proceso y esto es cierto porque el ejecutivo, el legislativo, los tribunos, la defensoría del pueblo, las fuerzas armadas y hasta la iglesia saben que irán presos.
NT: 3 de junio de 2025