PERÚ Y SU FALSA INDEPENDENCIA
La situación por la que esta pasando el pueblo peruano es el reflejo de la situación critica del capitalismo a nivel internacional en su fase superior y última, el imperialismo. Ya el presidente Gonzalo lo dijo, el Perú no tiene solución, ninguna medida lo salvará, a lo más alargará su agonía y, por otro lado, como bestia agonizante se defenderá buscando aplastar la revolución. ¿Por qué?, se preguntarán. Porqué el Perú nació con un mal congénito que se llama "república", una república enferma.
Remontémonos en la historia a aquellos años previo a la "independencia", la primera década de 1800. El Perú no era el único país que buscaba su independencia, por esa fecha 1808 también lo hacía Ecuador, Chile, Bolivia... pero el caso de Perú era como si no quisiera independizarse y ese sentimiento lo ha arrastrado mas de doscientos años. Ha escrito y reescrito la misma historia una y otra vez pero no por que la sierra lo quiera así, el obstáculo siempre ha estado en la costa específicamente en Lima. Como dijo Santayana:
"Los que no recuerda el pasado están condenados a repetirlo"
Cita que comúnmente es traducida como:
"Los pueblos que no conocen su historia están condenados a repetirla".
Y esto es algo crónico en el Perú, por eso es que no sale de la miseria y seguirá así si es que no analiza a profundidad su historia y reconoce que el presidente Gonzalo tiene razón y en función de ello se entrega a su emancipación con violencia revolucionaria, no hay otro camino, veamos.
Los peruanos quieren una democracia a la europea, a la americana, piensan que a ellos el "bienestar" en que viven les cayó del cielo. No es así, para ello tuvo que lidiar cruentas guerras internas y externas; guerras de liberación, unas; otras, guerras de rapiña. Así que ni sueñen ni piensen que esa bendita democracia caerá del cielo o pidiéndosela a dios todopoderoso que se las provea, no. El Perú ha tenido eminentes cronistas e historiadores, entre estos Jorge Basadre, José de la Riva-Agüero, Luis Valcárcel, etc., etc. En sus obras se puede escudriñar y deducir el porque el Perú es hoy como es, un país miserable; con muchos recursos naturales como para ser un gran país, pero como si esos recursos no los tuviera, esta es la triste realidad.
Si bien es cierto, con la conquista empezaron todos nuestros males. Por lo menos durante ese periodo las rebeliones, las luchas y resistencias por derrotar al invasor se dieron en el marco de cruentas guerras y traiciones que los conquistadores supieron canalizar enfrentando indígena contra indígena para someterlos. Los trescientos años de colonización previo a la independencia, fue de constantes enfrentamientos y luchas entre realistas e indígenas hasta la rebelión de Túpac Amaru en 1780, que marcó un antes y un después. Es como si esta derrota hubiera servido de escarmiento -por la crueldad de la masacre cometida por los realistas-. Tres siglos de penetración española que grabó en la mente en el espíritu de américa latina una ideología que sometió a sus pueblos ha seguir siendo serviles ya no solo a la realeza española sino en conjunto al mundo cristiano representado por el imperialismo.
Qué tienen de común actualmente, como en el pasado, el campesino pobre, el obrero, el ambulante, el pequeño comerciante; qué tienen de común con el campesino rico, con los pequeños, medianos y grandes empresarios. En pocas palabras, entre el proletariado y la burguesía. La respuesta es muy simple y concreta: la religión. El peruano es profundamente religiosa, sobre todo las zonas indígenas. La religión es el mal que ha dominado en todos los tiempos y, su universalidad se extiende en todo el planeta. Liderada por curas, obispos... que deberían por lo menos ser neutrales, pero no, siempre se inclinan, sin embargo, por el poderoso y hasta bendicen las armas con las que van asesinar al pobre. Con la "independencia" realizada por extranjeros (San Martín, Bolivar, Sucre, La Mar...) no liberaron al Perú, no lo independizaron, no, solo independizaron a una clase, esta es, la de criollos que aprovecharon la ocasión para desligarse de la corona y gobernarse a sí mismo. Ellos fueron los independizados, no el pueblo indígena ni el peruano que durante docientos años, desde la república en nada se ha beneficiado. Ellos, que no estaban conformes con el trato que les daba la corona. Riva-Güero, comenta al respecto:
"Aunque el gobierno español concedía a los criollos plazas togadas en las mismas provincias de que eran naturales, no lo hacía sin dificultad y repugnancia: se imaginaba que el hecho de ser compatriotas en las colonias los gobernantes y los gobernados, constituía un peligro para la dominación de la metrópoli. Por esta cricunstancia, Baquíjano tuvo que volver al Perú sin haber conseguido empleo alguno en propiedad"
Mariátegui también comentaba refiriéndose a la política de España en sus colonias:
"La política de España obstaculizaba y contrariaba totalmente el desenvolvimiento económico de las colonias sin permitirles traficar con ninguna otra nación y reservarse como metrópolis, acaparándolo exclusivamente, el derecho de todo comercio y empresa en sus dominios.
A fines de siglo, una serie de abusos contra los indios y el aumento de contribuciones a los criollos y mestizos de la costa motivó una serie de sediciones en Urubamba, Huaraz, Huánuco; en Arequipa y Lambayeque el levantamiento fue más comprometido y dirigido por blancos, mestizos y mulatos. En todas se expresaba así, el descontento. El gobierno español sabía que tras de estos levantamientos estaban los criollos. El error de estos fue su indecisión, su disyuntiva, por un lado la de conseguir reformas y por otro la de liberarse de la madre patria. La decisión partió de Quito y de La Paz seguida por las demás colonias de la América española, menos el bajo Perú que se abstuvo permaneciendo ajeno. No solo eso, sino que el bajo Perú fue el centro de resistencia de los españoles. Así, pues, de Quito y del alto Perú partió el movimiento revolucionario. Riva-Agüero, desmiente así que el virreinato del Perú no participara en la revolución por la independencia. También afirma que:
"Es cosa sabida en el Perú que ninguna revolución vence si no tiene a su favor la opinión de la capital"
Luego trata de justificar haciendo ver que las condiciones de Lima en 1810 eran diferentes (desfavorables) a la de 1818 en que Lima era fuerte y temible. También justifica con la fuerte centralización y la diversidad de la raza con respecto al andino. Hasta los soldados españoles se pronunciaron y amotinaron mientras los limeños muy tranquilos aguardaban. Se pregunta Riva-Agüero ¿Por qué no se pronunciaron? ¿Por qué no hizo Lima en 1810 lo que ha hecho tantas veces durante la era republicana? Por comodidad simplemente, porque no quisieron sublevarse o no le entusiasmaba la causa revolucionaria, todo esto obedecía a cuestiones económicas, tenían mucho que perder y se habían acostumbrado a la dominación española y por conservar sus intereses.
Nos hace recordar a los de Izquierda Unida en la década de los 80 en que decían lo mismo que las condiciones no se daban para un levantamiento armado.
Por eso la independencia, no provino de una revolución genuina ya que los que la propiciaron no fue realmente del pueblo que se limitó a seguir a los que la propusieron, a los criollos, que no tenían claro lo que querían pero que aún así se sumaron para seguir a los que la iniciaron en Venezuela, Ecuador, Bolivia... No había, faltaba un sentimiento nacional y patriótico como el que le impulso Tupac Amaru el siglo pasado, o el presidente Gonzalo en los 80del siglo pasado; San Martín fue censurado por no estimular el sentimiento nacionalista y no poner en el gobierno algún personaje autóctono.
San Martín, de padres españoles que se preparó militarmente durante 20 años al servicio de la corona: "insinuó la idea de la independencia del Perú a base de la reconciliación con los españoles, mediante una monarquía constitucional y con un príncipe de esa nacionalidad. Unannue llegó a aprobar entonces esta solución agregando: “Yo no era el único que pensaba así por el bien mismo del Perú”. El Virrey y sus generales la rechazaron y San Martín entró a Lima, proclamó la independencia y estableció el Protectorado... Los republicanos o liberales obtuvieron así un triunfo. Previamente, en 1811, alentado por las ideas libertarias, dejó su puesto en la península y se dirigió a Buenos Aires, centro de la resistencia sudamericana donde reunió un ejercito con el que luchó en Chile en 1818 derrotando a los realistas e independizando a Chile. De regreso a Buenos Aires reorganizó sus tropas y parte a Perú para liberarlo el 28 de julio de 1821 y sentar las bases del primer estado peruano. Luego El 26 de julio de 1822 se reunió, a puerta cerrada, en la ciudad de Guayaquil con el general Simón Bolívar, artífice de la independencia de los territorios del norte del continente. De su entrevista, sin embargo, volvió a Lima decepcionado. Poco después, al ver su poder político disminuido y una abierta oposición a su persona, renunció a su cargo, convocó el Primer Congreso Constituyente y abandonó Perú el 20 de setiembre. En 1823 se auto-exilió en Francia, donde falleció el 17 de agosto de 1850. ¿Qué hablaron a solas ambos generales? Scarlett O’Phelan Godoy en su artículo: “Bolivar en los laberintos políticos del Perú 1823-1826 da pistas sobre esa conversación.
Simón Bolívar, en carta a Francisco José de Paula Santander, 30 de julio de 1823 le dice:
hay allí [en el Perú] tantos partidos, tantos enredos, está aquello en tal estado de horrible anarquía, que me espanto, me horrorizo, al considerarme metido en aquellos laberintos.
¿Qué había pasado? San Martín, que antes de la independencia era generalmente apreciado, después de la independencia siguió teniendo el aprecio de quienes las medidas que tomaba les beneficiaba y el desprecio de a quienes les afectaba. La abolición de la esclavitud, por ejemplo fue tomada con agrado por los pobladores negros pero no así por los hacendados a los que perjudicaba por los que no era bien visto por las grandes familias, por las élites. Si a esto se añade la persecución y deportación de españoles y criollos realistas a los que al mismo tiempo les confiscaba sus propiedades todo ello conllevó a que su proyecto de monarquía constitucional perdiera el respaldo de la élite en favor de un gobierno republicano y de los realistas. A San Martín la oposición que iba generando por sus decisiones se volvía contra él por lo que tuvo que pedir ayuda a S. Bolívar para que culmine el proceso de independencia que se había proclamado pero que aún faltaba culminar en un ambiente en que las fuerzas realistas eran fuertes y contaban con el apoyo de los criollos y que todavía mantenía su presencia, es decir, no habían sido derrotadas definitivamente. Bolívar tenía mano dura mas temple y decisiones firmes. Fue realmente el que liberó “definitivamente” al Perú y los usurpadores que gobernaban el país, como José de la Riva-Agüero primero y Torre Tagle después, monárquicos ellos, tuvieron que huir; el primero hacia Europa y el otro a esconderse en la fortaleza del Real Felipe donde murió. El pueblo indigena desde ese entonces pasó a ser gobernado por los criollos y hasta la actualidad, por militares mayormente.
Así fue como surgió esa clase bastarda y maldita de criollos acaudalados que infecto el país concentrándose en la costa y haciendo de Lima una metrópolis de ladrones, corruptos y criminales que hicieron del Perú lo peor de américa latina porque ningún hijo del Perú que se precie de peruano ha podido hacer lo que hicieron estos mal nacidos, bastardo, miserables asesinos, con el Perú. Estos que se han elegido y reelegido cada cuatro años no son peruanos han sido y siguen siendo lacayos, primero de la corona española, luego de Inglaterra y ahora lo son del imperialismo NA. De esos criollos monárquicos, grandes hacendados es que surgen los terratenientes como clase y con estos la burguesía compradora que se van a convertir con la explotación, con el negocio del guano, en apéndice de la burguesía internacional y dependiente del imperialismo en un país semi colonial y semi feudal como es el Perú y todos los países de américa latina. Estas dos clases, la clase terrateniente y la burguesía compradora van a seguir por el camino de las clases explotadoras, del feudalismo, del imperialismo y del capitalismo burocrático representado por dos facciones la burguesía compradora desde sus orígenes y luego la facción de la burguesía burocrática que desde la década de los 60 aflora con el gobierno de Velazco luego de García y con la izquierda caviar entrando ambas facciones desde ese entonces en colusión y pugna hasta nuestros días.
El camino que debe seguir el pueblo es el camino democrático, este es el camino de los explotados, de las masas oprimidas de las masas populares que tiene la gran tarea de destruir la feudalismo, el capitalismo burocrático y al imperialismo NA que hoy compite con el social-imperialismo...
En conclusión si repasamos la historia del Perú desde fines del siglo XVIII y nos detenemos un poco en analizar los años previos a la independencia del 28 de julio de 1821 podemos deducir los orígenes de nuestros actuales males y reflexionar cuestionando: que aquello que no pudo conseguir Túpac Amaru con violencia revolucionaria ¿acaso lo podrá hacer el pueblo peruano por vía pacífica en los actuales momento, en la era imperialista? Los seguidores de Túpac Amaru enquistados en los movimientos y organizaciones populares, en el partido del etnocacerismo ... creen que sí, y hoy levantan sus banderas la del Tahuantinsuyo. ¿Realmente son seguidores de Túpac Amaru? Lo mismo opinan los caviares de IU entre otros miles de miles de pobladores en todo el Perú que se han levantado contra la tiranía. Los comunistas del PCP m-l-m, pg, coherentes con sus principios y con su ideología defiende la violencia revolucionaria como transformadora de todo lo existente en la naturaleza y ratifican las palabras con las que se empezó este artículo, primer párrafo.
LA FALSA “INDEPENDENCIA” DEL PERÚ
La llamada “independencia del Perú” fue gestado por el sector criollo desde aproximadamente inicios del siglo XVIII. Los criollos, descendientes de los invasores españoles, aprovecharon la coyuntura de la Ilustración burguesa promovida por el déspota ilustrado Carlos III. Los conocimientos científicos modernos que llegaron a las colonias españolas vinieron adjuntados con las ideas de libertad e igualdad que generaron los burgueses europeos con la finalidad de enfrentarse a la feudalidad en decadencia.
Los criollos, deseosos de administrar los recursos económicos de las colonias para su beneficio, utilizaron los valores burgueses para hablar de “libertad” e “igualdad” y así impulsar la independencia política. Esta actitud fue reforzada debido a los sucesos en Norteamérica y Francia. Así, nuestros “patriotas” imitaron el proceder de norteamericanos y franceses: con el discurso liberal fueron motivando a las masas populares a levantarse contra el dominio colonial. El pueblo, fuerza que realiza la historia mundial, siguió las banderas de la libertad que enarbolaron los criollos y con la capacidad revolucionaria de las masas, estos alcanzaron su soñada independencia.
Sin embargo, la libertad de los criollos fue eso mismo: “su libertad”. Libertad para convertirse en los nuevos amos de esta parte de América. Libertad para que se transformen en una burguesía intermediaria dependiente de los imperialismos ingleses, franceses y norteamericanos, y de ese modo convertir estos territorios “liberados” en una gigantesca región de materias primas y de consumo masivo de los productos imperialistas. El pueblo jamás alcanzó la libertad, esa “independencia” solo fue el cambio desde un amo (español) hacia otro (criollo y burgués intermediario).
Naturalmente, el Estado actual dominado por los explotadores nos va a inculcar desde infantes, a través del “emotivismo patriótico” que nos bombardean propagandísticamente (por ejemplo cuando nos hablan de “nuestra comida” o “nuestra música”), que la independencia criolla es “nuestra independencia”. Eso es falso. Pero nosotros, compañeros que luchamos por alcanzar una consecuencia en nuestra forma de pensar y en nuestra práctica, cada vez que alguien nos hable de “la libertad de la patria”, podemos replicar del modo como decía el gran Lenin: ¿Libertad de qué? ¿Para quién?
Solo Materia En Movimiento
28–07–2013