CAPITALISMO Y COMUNISMO
CAPITALISMO Y COMUNISMO
La burguesía compradora y sus seguidores están absolutamente seguros que el comunismo existe, pero ¿Cómo pueden estar tan seguros si no saben lo que es el comunismo? Para ellos México, Bolivia, Venezuela, Nicaragua, Cuba, Colombia… son gobiernos comunistas ¡Falso! Todos estos gobiernos son simplemente representantes de la burguesía terrateniente y burocrática que están en colusión y pugna por el poder. Ambas burguesías son meramente, como dice el presidente Mao, «apéndices de la burguesía internacional y que su existencia y desarrollo dependen del imperialismo» principalmente NA que está agonizando y que cederá inevitablemente la posta al imperialismo chino o ruso que tomarán su lugar, para ello ya están sentando las bases en América latina.
Lo único que están haciendo estos países Bolivarianos es lanzarle un salvavidas al imperialismo, a esa burguesía internacional a la que EEUU como todos los países de América se tendrán que alinear disfrazándose de izquierda, no tienen otra opción. EEUU desde su actual posición tendrá que ser uno más para lo que se verá obligado a virar para formar parte de ese nuevo imperialismo. En el fondo todos ellos niegan el comunismo que lo aceptan solo como estrategia. EEUU tendrá que comprender que ese comunismo no es comunismo para que esa derecha bruta, achorada y sumisa peruana conviva en armonía con esa falsa izquierda y en conjunto puedan aborrecer y despreciar como terroristas y narcotraficantes a los verdaderos comunistas.
Pero si bien esa burguesía “reconoce” la existencia del comunismo en esa falsa izquierda, hay comunistas que con conocimiento de causa lo niegan para defender al comunismo; dicen, «pero si el comunismo nunca ha existido». Pero, ¿existe o no existe el comunismo? Su afirmación o negación está supeditada a si existe o no el capitalismo y, esa relación a su vez está condicionada a una ley universal que es la ley de la contradicción que al final de cuenta es la que determina la existencia de un objeto, fenómeno o juicio. Esta ley establece que para que existan estas cuestiones, en su naturaleza deben existir dos aspectos que se contradicen recíprocamente al mismo tiempo. Veamos un ejemplo, una reacción química necesita de un anión y un catión. El agua, es el resultado de la unión de un catión que sería el H+ y un anión que sería el O2-, si faltara uno de ellos no existiría el agua. Otro, para que exista el arriba debe existir el abajo… si no existiera el abajo cómo vamos a subir, por ejemplo a un segundo piso. Así, todo lo que existe en el planeta tiene estos dos aspectos, nada escapa a esta ley. Así, si existe el capitalismo obligado tendría que existir el comunismo y viceversa, lo podríamos representar así:
Capitalismo <———> Comunismo
Pero el marxismo es claro y concreto. El comunismo existió en la primera sociedad hace miles de años y tenía la gens como institución que se encargó de administrar y organizar la vida en la comunidad hasta que un grupo de indeseables bribones se apoderaron de esa gens y con ello surgió la división de la sociedad en clases: pobres y ricos, explotados y explotadores, señores y esclavos. Esa clase de indeseables en la etapa superior de la barbarie se fue adueñando de lo que era común a la sociedad: la ganadería y derivados, luego con la aparición del hierro de los productos agrícolas y las tierras. Así, se entra a la edad antigua en la que surge la civilización, aparecen los mercaderes, con estos el comercio y con este comercio para proteger sus riquezas, sus intereses, crean el Estado, y lo hacen sobre las ruinas de las gens. Con ese Estado fue que surgió la legalidad de la propiedad privada. Así fue.
El capitalismo, conformado por la burguesía se basa y fundamenta en la propiedad privada, es el capitalismo que maneja la bolsa, los monopolios, la banca y los gobiernos en casi todos los países del mundo, etc., son parásitos que lucran y especulan con el trabajo de los obreros. Entonces, si existe el capitalismo, por ley debería existir el comunismo conformado por la clase trabajadora, por el proletariado que son los que trabajan de forma colectiva la materia prima transformándola, son los que producen los bienes, diversos tipos de productos, para satisfacer las necesidades de la humanidad. Pero ni uno ni otro existen. Lo que existen son dos clases antagónicas en constante lucha de clases. Al proletariado, lo encontramos en las fábricas, en el campo… trabajando para la burguesía de sol a sol por un sueldo miserable. A los parásitos burgueses, los encontramos en cómodas oficinas especulando con el trabajo del proletariado, de los obreros de los pueblos oprimidos del mundo.
Algunos dicen que el comunismo no funcionó, que fracasó tanto en Rusia como en China. Que el comunismo fue derrotado. Esto no es cierto, China y Rusia hicieron una revolución de la cual salieron victoriosos e iniciaron la construcción del socialismo y en ese proceso (incompleto) se encontraban cuando esa revolución fue traicionada en Rusia por N. Kruchov y en China por Deng Xiaoping, pero el proceso aún no ha terminado. Nuevamente la ley de la contracción nos da luz para determinar si ha sido derrotado algo que no existió. Que la revolución en Rusia y en China hayan sido derrotadas nadie lo niega, pero el proceso continúa, y entre restauración y contra-restauración, restablecimiento y contra-restablecimiento se definirá quien vence a quien ya que mientras haya comunistas y partidos comunistas nadie puede cantar victoria. Si la bandera roja con la hoz y el martillo hubiese flameado en todos los paises de todos los continente se hubiese podido hablar de derrota, derrota que los comunistas del mundo le van a propiciar a este capitalismo salvaje y maldito que se cae a pedazos.
Cada una de ellos tiene sus ventajas pero también sus desventajas. La ventaja de la burguesía es que tiene de su lado al Estado a través del cual domina en casi todo el planeta. Cuenta además para ello con el apoyo de una parte importante del pueblo al que somete ideológicamente, por su ignorancia, con la religión y también con sus necesidades básicas que puede ser un Vaso de leche, un comedor popular o dinero contante y sonante… Tiene también un punto débil importante que ha puesto en manos del pueblo, las herramientas para su destrucción como son las redes sociales que han despertado su consciencia. Por su parte el proletariado, igualmente, una parte importante ha empezado a movilizar esa consciencia y en varios países de América Latina indignados empiezan a levantarse y a conocer quién es su amigo y quien su enemigo. Su debilidad, no comprender aún que si se quiere liberar no puede hacerlo con marchas pacíficas bombos y platillos, el pueblo tiene que tener personalidad propia y no esta emulando formas de otras latitudes sino aprender a usar las leyes universales y de la historia para liberarse y la violencia revolucionaria es una con la que debe armarse para tomar el poder.
En conclusión, podemos decir que ni el capitalismo ni el comunismo, existen. Lo que existen son dos clase antagónicas en lucha por el poder; unos, por conservarlo y el otro por recuperarlo. Aún no se ha establecido quien vencerá, pero la historia nos enseña que lo viejo muere, desaparece y lo nuevo se impone, y lo nuevo es el socialismo, como un medio, no como un fin, para llegar al comunismo. Así como el esclavismo primera forma de explotación, dio paso al feudalismo y este a su vez al capitalismo, este tendrá que ser derrotado para dar paso inexorablemente al socialismo y este a través de sucesivas revoluciones culturales las que hagan falta nos permitirá entrar al comunismo en donde ya no habrán partidos políticos, ni Estado, ni clases sociales… solo la sociedad de la eterna armonía donde el hombre no explotara al hombre sino a la naturaleza.