EL FUJIMORISMO ENTRA A LA RECTA FINAL Y PREPARA EL GOLPE DE ESTADO A LO FUJIMORI desde el congreso EN 1992.
Ante la ausencia de sendero luminoso en el panorama político, la bancada fujimorista ha conspirado en el congreso con todas las fuerzas políticas, incluida la izquierda, para tomar el poder dando un sutil golpe de estado al vacar a Dina la asesina. Después de varias vacancias, alrededor de cinco, ¿por qué esta última fue la definitiva? ¿Qué tenía de especial? Tres situaciones pueden explicar la última de las vacancias. Todas giran en torno a las próximas elecciones del 2026: primero, a los fujimoristas; después de tres años de que los extorsionadores vinieran cometiendo crímenes, recién se conmueven y despiertan su espíritu reivindicativo para aprobar la vacancia de la asesina Dina; segundo, conjurar las manifestaciones de las masas populares que cada vez son más numerosas y piden no solo la dimisión de los 130 congresistas, sino que amenazan con quemar el congreso; y tercero, las circunstancias y el tiempo lo consideraban propicio, momento oportuno para hacerlo y tomar el poder. Ya habían elegido para ello, saltándose el "debido proceso", al presidente y vicepresidente del congreso, José Jerí Ore y Fernando Rospigliosi. Jerí, al asumir la presidencia de la República del Perú, dejaría el cargo de presidente del Congreso a Rospigliosi, su verdugo que está destinado a desbancarlo. Un violador y un mercenario de la política. El primero, un títere; el segundo, uno especial, dentro de muchos, pero la diferencia de él con el títere es el dinero.
Si recordamos, en tiempos del "terrorismo", cada vez que se convocaban elecciones, el fujimorismo cometía atentados e inculpaba a Sendero Luminoso como autores de los atentados. En impactantes titulares, la prensa reaccionaria se encargaba de difundir la mentira como verdad. Después de muchos años, ahora vuelven a lo mismo, querer cubrir la ausencia senderista con los extorsionadores. Estos vienen cometiendo crímenes desde hace tres años. Empezaron extorsionando a los profesionales, luego a los transportistas y últimamente van por los artistas. El primer crimen en marzo de este año fue el de Paul Flores, el "ruso", del grupo Armonía. Ahora han ido por el conjunto Agua Marina. Pero ya no solo son los extorsionadores, sino el mismo pueblo el que está en la mira del gobierno fujimorista, para aplicar su ley de terrorismo urbano y para ello necesitan el poder, que ya lo tienen; lo acaban de obtener con la vacancia de Dina la asesina. Lo único que necesita ahora el fujimorismo es "legalizarlo" a través de las elecciones con un fraude o un golpe militar como lo hizo el genocida Alberto Fujimori en 1992.
Así, el que el delincuente violador Jeri sea presidente del congreso y Rospigliosi vicepresidente, no es casualidad, es algo ya preparado en el tiempo y el espacio. Es justo a escasos meses de las elecciones generales cuando se presenta este atentado contra los músicos. Y que no llame la atención que, a medida que se acerquen los comicios, se presentarán más atentados de este tipo y, si no, ya están los estudiantes de la generación Z y el pueblo que saldrán en manifestación para ser acusados de terrorismo urbano. El fujimorismo ya tiene el poder; ya lo tienen desde este 10 de octubre al vacar a la asesina Dina. El violador José Jerí, por estrategia, es el actual presidente del Perú, pero será vacado por sus antecedentes, siendo sustituido por el mercenario político Rospigliosi, que es como el fujimorismo lo tiene planeado. Y es este Rospigliosi el que dará el golpe de Estado a lo Fujimori en 1992: Rospigliosi-Keiko o Keiko-Rospigliosi. Y así, la historia se repetiría. Aunque no se descarta un plan "B" en el mismo sentido.
Esta vacancia, que dio origen al golpe de Estado fujimorista, comprende dos etapas: la primera, el golpe congresal directo dado el 10 de octubre con la deposición de Dina la asesina; la segunda, aún por venir. En esta, el presidente, sea quien sea en ese momento, propiciará la intervención de las fuerzas armadas, para lo cual tendrán que ocurrir nuevos atentados fujimoristas o la reacción del pueblo. Un golpe de Estado, tal como lo propició el genocida vendepatria, la rata, Alberto Fujimori, en 1992, con la intervención de las FFAA.
Este golpe de Estado dará lugar a una nueva constitución, la primera del presente siglo. Así el fujimorismo se quedará en el poder unos diez o veinte años. En estos tiempos preelectorales, en que el Estado viene polarizando a la sociedad, el pueblo tendrá que decantarse por la vanguardia, el Partido Comunista, que se pondrá al frente de sus luchas, o por la reacción, el Estado con sus FFAA y los traidores al pueblo. Es la contradicción pueblo oprimido-Estado reaccionario, entre dos clases opuestas, la burguesía y el proletariado. En el Perú la traición es crónica; la última se produjo durante la guerra interna en la década de los 80, en la que los ronderos y los comités de autodefensa se pusieron del lado del Estado, de la burguesía; allí estaba el rondero Pedro Castillo. Un traidor, él.
Los fujimoristas, todo lo tienen muy bien montado, cuentan con un plan B, no habrá elecciones; el fujimorismo ya se ha posicionado en el gobierno; ahora depende de la reacción del pueblo para que las FFAA Y FFPP salgan a las calles a reprimirlos. En cuanto a Dina, la asesina, ni falta que le hace asilarse; ella es parte de todo este asqueroso y maquiavélico plan; y el fujimorismo la protegerá. Las piezas del ajedrez empiezan a ubicarse. En cuanto a Jerí, un sujeto sin escrúpulos como todo delincuente, un títere más de los fujimoristas, que sin pena ni gloria durará en el cargo lo que Keiko decida. El objetivo de los fujimoristas y específicamente de Keiko es que ella debe ser la jefe de Estado.
Ya era hora de que el fujimorismo se pronunciara abiertamente con esta vacancia para hacerse directamente con el poder. Por vía de las elecciones, no tienen ninguna opción de ganar que no sea el fraude que a toda luz lo está llevando a cabo, y una guerra civil es una alternativa no viable para ellos. Por eso optaron por lo más seguro, un golpe de Estado. Por eso han optado por lo más seguro, un golpe de Estado, sin que parezca un golpe de Estado, al estilo, como hemos dicho, del asesino, de la rata, Alberto Fujimori. Un golpe que por "casualidad" ha resultado más sutil. Directamente, ya no solo tienen el congreso, sino también el ejecutivo; solamente falta la fuerza, la que en cualquier momento se pondrá de manifiesto ante el menor conato de violencia, ya sea por parte del pueblo o de los "extorsionadores". Tienen legalmente el mando y el comando sobre las FFAA.
Todo el accionar de los fujimoristas y sus secuaces ha sido más que evidente; cinco veces intentaron vacar a la asesina, pero siempre estaba allí Fuerza Popular para evitarlo. Mientras les fuera útil, la mantuvieron, pero ahora van contra el tiempo. Esta última era el momento para sus planes; al parecer consideraron que no era pertinente aplazarlo más para no quemarse a puertas de las elecciones, a seis meses de su ejecución, por lo que decidieron ya no bloquear más esa caricatura de vacancia. Ahora estarán a la expectativa de los crímenes de los "extorsionadores" o de las movilizaciones del pueblo para justificar su terrorismo urbano.
En resumen, el Perú, que es una sociedad semifeudal y semicolonial, está bajo el dominio de una dictadura terrateniente y burocrática enmarcada en una democracia representativa. "Democracia", interrumpida desde sus orígenes por un golpe de Estado propiciado por las fuerzas armadas. Es una dictadura militar. Pero esta no es la única forma de dictadura. La dictadura parlamentaria es otra modalidad a la que a veces pretenden hacerla pasar desapercibida encubriéndola como legítima con las elecciones generales o constitucionales. De estas, surgió otra modalidad, la dictadura cívico-militar, comandada por el ejecutivo o el legislativo con el apoyo de las FFAA. Ejemplos tenemos el golpe militar de Juan Velasco Alvarado de 1968, el de Alan García Pérez —primer gobierno— 1985, el de Alberto Fujimori 1992; y el del parlamento en 2022 y el del 10 de octubre de 2025. El proceso de este último golpe de Estado lo estamos viviendo directamente. Se inició en diciembre de 2022 con la vacancia primero de Pedro Castillo Terrones y ahora con la de Dina la asesina. Este proceso aún no ha terminado, pero se definirá antes, con o inmediatamente después de las elecciones del 2026.
NT: 13 de octubre de 2025