El problema de la tierra es un problema que se arrastra desde el coloniaje, el virreinato. El fundamento económico era la feudalidad. Feudalidad, que el masón de San Martin fue incapaz de resolver porque no había una clase burguesa que pudiera enrumbar a la sociedad por el capitalismo y desarrollarlo por una adecuada revolución burguesa. Por el contrario, esta revolución por la independencia mantuvo a esa clase terrateniente y los latifundios. En lugar de liquidarlos los amamantó, emulando ese modo de producción liberal que se daba en Europa y que empezó aplicarse en américa con la república. Y,
Quien en ese entonces se apropió de la tierra es quien tenía no solo poder económico sino también político, y por tanto, poder para administrar el país a su antojo. Y esto es lo que la independencia no quiso resolver y se dedicó a liberar a los criollos un engendro europeo en territorio peruano y a los mestizos que se sentían más españoles que peruanos y perduran aún hasta nuestros días. Los criollos, criollos, se extinguieron. Allí no están los otros, esos mestizos que se niegan a aceptar su mestizaje que se consideran aún criollos: Maricarmen Alba por ejemplo. Otro ejemplo la familia Romero. El Banco de crédito originalmente se llamaba Banco Italiano que fue fundado por comerciantes italianos, en 1889. Con el paso de los años se fue extendiendo por varias regiones. En 1941, la familia Romero, propietaria de varias haciendas, compra el Banco Italiano el 1 de febrero de 1942 y le cambia el nombre por el de Banco de Crédito del Perú (BCP). Españoles criollos a mestizos.
Si bien estos problemas que tenía el país antes de la Independencia eran el problema de la tierra (feudalidad) y la soberanía (colonia de España). La independencia no rompe con la feudalidad ni el coloniaje. Si bien se rompe con España, inmediatamente el Perú es invadido por Inglaterra es en este momento que Inglaterra introduce planes de nuevo desarrollo capitalistas, introduce mercancías... no olvidemos el guano el salitre, empieza haber intercambio en dos sentidos, intercambio que los españoles impedía que se haga con otras naciones. La colonización que con los españoles no se produjo Inglaterra la empezó hacer y pasamos a partir de allí a ser una sociedad semi-feudal y semi-colonial. Este proceso se vio estancado por el desplazamiento de Inglaterra por el imperialismo norteamericano que lejos de liquidar la SF y SC la mantiene bajo nuevas modalidades y sobre ella, desarrolla capitalismo burocrático (Es el capitalismo que impulsa el imperialismo en un país atrasado; el tipo de capitalismo, que impone un país imperialista en un país atrasado, sea semi-feudal, semi-colonial).
Actualmente, estos dos problemas: el de la tierra y la soberanía persisten. Y la luchas que desarrollan los agricultores están íntimamente ligado a ellos.
Fernando Cillóniz B.
CILLONIZ.PE
Ica, 22 de enero de 2024
Para Lampadia
Tuvo que ser un político demagogo y oportunista como Ollanta Humala [con toda la izquierda detrás], quien acuñó la estúpida disyuntiva entre agricultura y minería. “Agua sí… Oro no” dijo en Cajamarca, allá por el año 2011, en una de las tantas manifestaciones políticas de la campaña presidencial de aquel entonces. ¡Aplausos anti mineros a rabiar! ¡Puro populismo politiquero!
De manera similar, tuvo que ser otro político torcido y corrupto como Martín Vizcarra, quien secreta y cobardemente se comprometió a no autorizar la construcción del proyecto minero Tía María en Islay – Arequipa. El Lagarto jamás dará su brazo a torcer, pero se trató de un acto cobarde y vil de su parte, ante un puñado de autoridades arequipeñas chantajistas. “Agro sí… Mina no” fue la cantaleta que privó a los isleños del progreso y bienestar que hubiera generado una operación minera tan importante como Tía María.
Pero la anti minería peruana va mucho más allá de ese par de farsantes. Mirtha Vásquez – Presidente del Consejo de Ministros en el Gobierno de Pedro Castillo – pasó a la historia por anunciar (de la boca para afuera nomás… felizmente) el cierra de las minas Pallancata, Inmaculada, Apumayo y Breapampa en Ayacucho. ¿Por qué… qué pasó? Pues nada. La susodicha resultó ser otra autoridad cobarde más… ¡una más, como tantas otras! La Vásquez no tuvo las agallas para defender a la minería formal frente a un grupo de extorsionadores anti mineros ayacuchanos.
Pero hay más casos… ¡muchos más! El Premier Alberto Otárola dijo hace poco: “Tía María no está en la agenda del Gobierno”. Y a renglón seguido anunció que el Gobierno promovía la inversión y la generación de empleos. ¡Perdón! ¿Acaso así se promueve la economía y el trabajo? ¡Un poco de coherencia no le vendría mal al Señor Premier!
Vamos con otro caso emblemático (El último… para no extenderme demasiado). Me refiero a la penosa intervención de la Señora Dina Boluarte, en el mismísimo Foro Económico Mundial de Davos – 2022. En aquel entonces, doña Dina todavía no era la No. 1 del Gobierno. Sin embargo, era la Vice Presidente de la República y Ministro de Desarrollo e Inclusión Social. ¡Así que no me vengan con que se trataba de una pichiruchi! ¿Qué dijo doña Dina en Davos 2022 respecto de la minería peruana? Textualmente dijo: “Están muriendo mis hermanos y hermanas, las niñas y los niños, sus animales no tienen pasto para comer y los estamos matando de a poquitos”. Ojo, no hizo ninguna excepción. Las empresas mineras peruanas – todas… según ella – ¡mataban a niños y a animales de a poquitos!
Después, doña Dina – ya como Presidente – dijo ante un grupo de empresarios mineros internacionales: “mi Gobierno abraza a la minería”. ¡Ya pues… el pez por la boca muere!
La anti minería peruana está también muy presente en los ámbitos regionales y municipales, donde la narrativa – como en los casos antes mencionados – es descaradamente oportunista, acomplejada, retrógrada y falsa. Y ni qué decir de la anti minería congresal y judicial donde el chantaje es también descarado. Tal cual la anti minería periodística, académica y dirigencial, cuyos representantes cantan al unísono… “por la plata baila el mono”.
Por cuestiones de tiempo no me referiré en detalle a todo ese cardumen anti minero peruano. Sin embargo ¡cuánta envidia, cuánto chantaje, cuánta traición, cuánta corrupción, cuánta mentira, cuánta pobreza y cuánta injusticia esconde la anti minería peruana en sus entrañas!
¿Consecuencias? Vamos con algunas:
Cajamarca se está quedando sin oro. La mina Yanacocha está por acabarse. El Canon Minero de Cajamarca ha caído significativamente en los últimos años, y pronto se extinguirá casi por completo. Ya cayeron las inversiones cajamarquinas en infraestructura, y por ende, los empleos. La pobreza ha crecido (como en todo el país) y el hambre también. La mendicidad y la miseria están de vuelta en Cajamarca… y por ende, la inseguridad y la delincuencia.
Y lo mismo está ocurriendo en Ayacucho, en Islay (donde está Tía María paralizada), y demás regiones del país.
La economía peruana está en recesión. Sin embargo, decenas de proyectos mineros por US$ 50,000 Millones, un Millón de empleos formales (sobre todo en la Sierra), congelados por la anti minería peruana. ¡20% del Producto Bruto Interno (PBI) del país… congelado! ¡Qué más quieren que les diga!
Tan arraigada está la anti minería en las altas esferas de la política peruana que, hasta la formalización de la pequeña minería ha fracasado. ¡El Estado propició que fracasara! Yo soy testigo de ello. Los trámites burocráticos son tan engorrosos – Ministerio de Energía y Minas, Ministerio del Ambiente, Ministerio de Cultura, Ministerio de Economía y Finanzas, Gobiernos Regionales y Municipales, etc. etc. etc. – que es imposible la formalización de los pequeños mineros.
¿Consecuencias? La minería informal peruana produce más oro que la minería aurífera formal. (En cifras redondas, se estima que la minería informal produjo el año pasado 4 millones de onzas de oro, por valor de US$ 8,000 millones. Mientras que la minería formal produjo 3 millones de onzas, por valor de US$ 6,000 millones). Pero eso no es todo. ¡Bolivia exporta oro sin producir oro! ¡Todo el oro “boliviano” exportado por Bolivia, es peruano! ¡Habrase visto semejante insensatez!
Conclusión:
Dejemos de lado la cantaleta “Agricultura sí… Minería no”, y sus derivadas como “Agro sí… Mina no”. O “Agua sí… Oro no”. Y cambiémosla – más bien – por “Agricultura sí… Minería también”. O “Agua sí… Oro también”.
El progreso, bienestar y seguridad de millones de peruanos está siendo afectado malhadadamente por la anti minería… empezando por la cantaleta anti minera de nuestras más altas autoridades estatales. Lampadia
20/08/2019 23H30
Bajo la consigna “agro sí, mina no”, miles de ciudadanos de Valle de Tambo alzaron su voz de protesta contra el proyecto minero Tía María por considerar que la actividad contaminaría el agua y, por consiguiente, perjudicaría su fuente de trabajo: la agricultura. Tras 26 días de paro, Arequipa sufrió pérdidas acumuladas por más de US$800 millones, lo que afectó al 50% de la población económicamente activa.
¿Pueden convivir la minería y la agricultura para generar desarrollo? La respuesta es sí. Las poblaciones aledañas a la mayoría de proyectos mineros del país se dedican a la agricultura o a la ganadería. Es comprensible, entonces, que se preocupen por el acceso al recurso hídrico. Las compañías mineras, por ende, deben asegurar la disponibilidad del agua como punto de partida. Pero los gobiernos regionales y locales también tienen que contribuir orientando los recursos del canon minero hacia la realización de proyectos de infraestructura hídrica para generar una agricultura próspera y moderna.
Una agricultura es próspera cuando es productiva y eficiente. Actualmente, tenemos los rendimientos por hectárea más bajos de la región en cultivos extensivos como la papa, el maíz y las hortalizas. Esto se debe principalmente a que el productor no aplica insumos agrícolas de calidad (semillas certificadas, fertilizantes con micronutrientes, etc.) por desconocimiento, falta de acceso o por tradición. Por ejemplo, más del 55% de los pequeños y medianos agricultores no aplica ningún tipo de fertilización, trayendo por consecuencia baja productividad en cada campaña y suelos improductivos en el mediano plazo.
Tampoco están acostumbrados o no tienen los recursos para realizar un análisis de suelos que les permita determinar el nivel de acidificación o la deficiencia de nutrientes que presenta, ni se animan a diversificar su producción por cultivos más rentables. Harían bien las compañías mineras (como, de hecho, hacen algunas) en impulsar programas de fomento de agricultura productiva y sostenible en la que brinden capacitaciones y apoyo técnico a los agricultores de manera constante.
En cuanto a la participación de los gobiernos regionales y locales, si bien estos no pueden disponer del canon para ejecutar proyectos con el sector privado, sí pueden solicitar al Ministerio de Economía y Finanzas financiamiento con recurso ordinario para emprender alianzas estratégicas que desarrollen cadenas de valor agrarias. En este contexto, es importante convocar al sector privado para que asuma el compromiso de diseñar programas de transferencia de conocimiento en manejo integral de los cultivos.
Para ser exitosos en este esfuerzo, cada parte tiene que aportar lo que le corresponde: el Gobierno con infraestructura en agua y carreteras; el agricultor con sus tierras, trabajo y conocimiento; y el sector privado contribuyendo con tecnología, insumos y mercados.
Ministro de Minas sobre Tía María: “‘Agro sí, mina no’ es muy letal para el desarrollo”
"Estoy convencido de que el proyecto Tía María no provocará conflictos sociales. Hemos tomado todas las medidas necesarias para asegurar que la comunidad esté informada", indicó el ministro Rómulo Mucho
10 julio, 2024
El ministro de Energía y Minas, Rómulo Mucho, ha empezado una campaña de promoción por el reinicio del proyecto Tía María en la región Arequipa. La estrategia involucra una serie de entrevistas en medios nacionales, mencionando el impulso al PBI, cuando el proyecto empiece su producción de cobre.
De esta manera, en las últimas entrevistas que ha dado, se le cuestiona sobre el rechazo que aún mantiene la población del Valle de Tambo al proyecto de Southern. Ante esto, Rómulo Mucho ha indicado que, según su percepción, está convencido que no habrá un conflicto social a raíz de este reinicio del proyecto cuprífero.
“Estoy convencido de que el proyecto Tía María no provocará conflictos sociales. Hemos tomado todas las medidas necesarias para asegurar que la comunidad esté informada y que sus preocupaciones sean atendidas”
Ministro de Energía y Minas, Rómulo Mucho, en Exitosa.
Además, en otra entrevista en RPP, el ministro Mucho recalcó que es necesario que la minería se considere relevante para el prgreso economico. Incluso, criticó la frase que ha servido de lucha para los agricultores durante años, ‘Agro si, mina no’.
“‘Agro si, mina no’ está trayendo mucho atraso, no solamente en Valle de Tambo, en Cajamarca, en todo sitio. ‘Agro si, mina no’ es muy letal para el desarrollo”
Ministro de Energía y Minas, Rómulo Mucho, en RPP..
El ministro también indicó que han implementado “un proceso transparente de diálogo” con la comunidad, sobre Tía María. Añadió que invertirán en el desarrollo local, lo que incluye infraestructura, educación y salud.
Estas declaraciones del ministro Mucho contrastan con la última jornada de protesta ocurrida el viernes 5 de julio, ante el reinicio del proyecto en el Valle de Tambo.
El titular de la cartera de Energía y Minas respondió a las críticas del congresista Jaime Quito y otros legisladores que firmaron un pronunciamiento por el reinicio de Tía María. Rómulo Mucho indicó que el parlamentario no conocía de este rubro, y por esta razón su opinión era errada.
“Este señor incluso promueve mi interpelación en el Congreso, pregunten a la gente si desean al señor Quito en Arequipa (…) No conoce de mineria“
De esta manera desestimó las críticas del sector político contra el reinicio de Tía María.
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