Betssy Chavez Chino, se asiló en la embajada de México.
Las autoridades de Perú, especialmente los magistrados encargados de juzgar a Chávez Chino, ex-premier durante el gobierno de Pedro Castillo Terrones, se percataron tres días después de que se ausentara de las audiencias anunciando que la llevarían a la fuerza. Fue entonces cuando descubrieron que se había refugiado en la embajada de México. Ahora a la inculpada, Betssy Chávez, la Sala Penal Especial de la Corte Suprema no la quieren considerar como reo contumaz para proseguir con el juicio que se le sigue conjuntamente con Pedro Castillo y Aníbal Torres; juicio que está en su etapa final por delito de rebelión y conspiración de golpe de Estado.
El gobierno no bien tuvo conocimiento del hecho, ipso facto, como un niño malcriado rompió relaciones con el gobierno de México y para colmo, como todo buen papanatas, anunció que para darle el salvoconducto a la asilada Betssy Chávez, se lo iba a pensar, lo iba a analizar. No ocurrió lo mismo con Nadine Heredia, que se asiló en Brasil y el mismo día de enterarse le otorgaron el salvoconducto.
No hay nada que pensar, nada que analizar. El Estado peruano está obligado a darle el salvoconducto en la brevedad. Haya de la Torre, cuando se asiló en Colombia en 1949, estuvo viviendo en la embajada colombiana hasta 1954 (cinco años), que fue cuando la Corte Internacional de La Haya determinó que el asilo cesara y que Colombia, igual, no estaba obligado a extraditar a Haya de la Torre. El asilo se prolongó hasta 1954 y fue por intervención de la comunidad internacional que presionó para que al dictador Odría no le quedara más que autorizar la salida de Haya de la Torre del Perú. Estuvo en Colombia hasta 1956, fecha en que regresó al Perú. Queda por ver cómo actuará este estado peruano genocida y vende patria.
El caso de Julian Assange, que permaneció durante 7 años en la embajada ecuatoriana de Londres. El cambio de gobierno de Correa por Lenin Moreno cambió el destino de Assange. Moreno no solo le quitó la nacionalidad ecuatoriana y el asilo, sino que lo entregó a las autoridades británicas. En el Perú hay peores cucarachas que Lenin Moreno; estaremos al tanto de lo que diga la cucaracha de Keiko, para ver lo que hace José Jerí, el nuevo títere de la japonesa. También está el caso, nuevamente, en la embajada de México en Ecuador, en que la policía ecuatoriana invadió territorio
Mexicano por autorización del presidente Novoa y secuestró a Jorge Glas, vicepresidente de Correa. El caso de Alan García, que solicitó asilo político, primero en la embajada de Colombia (1992), que aceptó la solicitud y luego a la embajada de Uruguay, que se la denegó. El caso de Nadine Heredia, asilada en Brasil, que aceptó su solicitud y que el gobierno peruano le dio el salvoconducto al instante sin poner trabas. Estos son ejemplos muy claros de cómo se tiene que actuar ante una solicitud de asilo y la potestad que tiene el estado asilante para hacerlo, solo él califica, nadie más.
Ahora, ¿cuál será la actitud del estado peruano si consideramos que es Keiko Sofía Fujimori la que manda en el gobierno y la que tiene el poder? El gobierno se ha ido directo contra la embajadora de México para que abandone de inmediato el país y ha roto con la misma prisa las relaciones diplomáticas con el gobierno mexicano dirigido por Claudia Sheinbaum.
El asilo no depende de nadie, sino solo, única y exclusivamente del estado asilante que es quien decide si otorga o no el asilo. El estado peruano puede patalear, arañarse, jalarse de los pelos, etcétera, es lo único que puede hacer, y sin demora otorgarle a la asilada el salvoconducto, para que se vaya del Perú. Para ello, el Perú se comprometió y firmó el tratado de asilo y, por lo tanto, está obligado a cumplir. El tratado no dice que lo tiene que analizar ni pensar ni realizar estudios técnicos, no; solo le queda cumplir lo que ha firmado. El estado asilante (México) es el que califica si el asilo es político o no. La contraparte puede decir lo que le venga en gana, pero lo que manda es lo que dice el estado asilante, o sea México. Uruguay le dijo no a Alan García y Brasil le dijo sí a Nadine Heredia.
Lo único que le quedaría por hacer al Perú, a sus gobernantes, que hasta ahora desde hace más de dos siglos han metido la pata, es violar el derecho internacional como lo hizo Daniel Novoa en Ecuador, asaltar la embajada de México en Perú, que fue como la policía ecuatoriana hizo asaltar la embajada mexicana en abril del 2024 y secuestrar a Jorge Glas, como hemos mencionado arriba. El estado peruano es tan irresponsable que cualquier cosa descabellada se puede esperar de él. Si es Betssy Chávez, una perseguida política, lo decide el país asilante. Lo que pueda pensar quién sea, no es relevante, lo que sí es relevante es lo que decida el estado asilante, el gobierno de México.
Artículo III, dice: No es lícito conceder asilo a personas que al tiempo de solicitarlo se encuentren inculpadas o procesadas en forma ante tribunales ordinarios competentes y por delitos comunes, o estén condenadas por tales delitos y por dichos tribunales, sin haber cumplido las penas respectivas, ni a los desertores de fuerzas de tierra, mar y aire, salvo que los hechos que motivan la solicitud de asilo, cualquiera que sea el caso, revistan claramente carácter político.
Si eso dice, el artículo III, de la Convención sobre el asilo diplomático de 1954 en Caracas. Pero de la misma forma y muy clara dice, el artículo IV. Corresponde al Estado asilante la calificación de la naturaleza del delito o de los motivos de la persecución. Y según el artículo XII que dice, que el estado territorial (o sea Perú) está obligado a dar inmediatamente (caso Nadine Heredia), las garantías necesarias a que se refiere el artículo V y el correspondiente salvoconducto.
Si el estado peruano es coherente con el caso Nadine Heredia y Betssy Chávez, no debe perder el tiempo y expedir el salvoconducto ya, para no verse en las situaciones y casos mencionados que nada le conviene por las actuales circunstancias en que viene pasando el país de un tiempo a esta parte. Flaco favor le hace a su economía que se ha estancado en el 3% del PBI y más aún por todas las violaciones de los derechos humanos que viene cometiendo desde el siglo pasado hasta ahora.
NT: 5 de noviembre de 2025