Lunes 10 de marzo de 2025

 INTRODUCCIÓN:

 

El 26 de febrero de 2025 se cumplirán tres años desde la actual guerra de agresión del imperialismo ruso contra Ucrania (contradicción principal).

 

En relación a lo anterior, los últimos acontecimientos en el ámbito internacional muestran que:


- El imperialismo yanqui y el imperialismo ruso se están confabulando en esta zona caliente de Europa del Este, Ucrania. Este rumbo se inició durante el gobierno de Biden y, actualmente con el gobierno de Donald Trump, está tomando una forma abierta y está empezando a desarrollarse como el principal en las relaciones EE.UU.-Rusia, pero como la lucha es absoluta, volverá a manifestarse en cualquier momento y lugar (tercera contradicción, interimperialista, que tiene tres niveles*).


- En la “mesa de negociaciones” sobre Ucrania sólo están sentados EE.UU. y Rusia, no participa ninguna de las potencias europeas, ni tampoco Ucrania.


- Las fuerzas de la resistencia nacional en Ucrania se enfrentan al peligro de capitulación; deben protegerse del peligro de capitulación por parte de Zelensky y su banda de traidores que se someten al chantaje de su amo, la superpotencia estadounidense, y siguen los consejos de los imperialistas “occidentales”.


- El presidente del país oprimido, el lacayo estadounidense Zelenski, se rinde ante la presión del amo estadounidense. Este lacayo fue expulsado humillantemente de la Casa Blanca por Donald Trump cuando intentó discutir las condiciones de las negociaciones entre Estados Unidos y Rusia para un “alto el fuego” y un posterior “acuerdo de paz” (condiciones de capitulación de la nación ucraniana ante el agresor imperialista ruso y la partición del país).


- No habían pasado ni tres días desde la humillación pública internacional de Trump a Zelensky, cuando en el congreso yanqui, casi al final de su discurso, Trump dio cuenta de su sumisión al liderazgo de Trump y de sus condiciones para las "negociaciones".


- Estos acontecimientos expresan dos contradicciones y tres fuerzas: la contradicción interimperialista en sus tres niveles y la contradicción entre las naciones oprimidas, por un lado, y, por otro, las superpotencias imperialistas y las potencias imperialistas, que es la principal y de gran importancia para la revolución mundial. Las tres fuerzas son la de la superpotencia hegemónica única, el imperialismo yanqui, la de la superpotencia atómica y otras potencias imperialistas, y la tercera fuerza es Ucrania (nación oprimida, botín en disputa).


- Se combinan la contradicción principal y la revolución como tendencia principal en el mundo, porque la inmensa masa está en las naciones oprimidas; los que se centran en el imperialismo, en la guerra mundial imperialista, se centran en el enemigo, no se centran en el poder del pueblo, de las masas, por eso no entienden que se delinean tres mundos, aun cuando saben muy bien que fue el Presidente Mao quien sostuvo esa tesis.

 

¿Cual es el punto clave?

 

Es marxismo-leninismo-maoísmo porque el problema es tener una línea ideológica y política justa y correcta, y no puede haber una línea política justa y correcta si no hay una ideología justa y correcta; por eso creemos que la clave de todo es la ideología: el marxismo-leninismo-maoísmo, principalmente el maoísmo.


En segundo lugar, hay que desarrollar partidos comunistas. ¿Por qué? Porque las masas tienen sed de revolución, están preparadas y claman por ella; por tanto, el problema no está en ellas. Esta verdad nos la demuestra el desarrollo de la guerra nacional de resistencia de la nación ucraniana contra la agresión del imperialismo ruso.


Tenemos que predicar que esta guerra de resistencia, como otras que aún no son guerras populares, no debe estar sujeta a la batuta de mando de las superpotencias o potencias imperialistas porque éstas la manejan en función de sus intereses, de la necesidad de luchar con independencia, autodeterminación y autosostenibilidad. Centrar la atención en el valor de las masas, siguiendo el principio de que el factor decisivo en la guerra no son las armas sino el hombre, lo que en la situación actual significa persistir en la guerra de resistencia nacional contra el invasor aplicando la guerra de guerrillas de las amplias masas populares, uniendo todas las fuerzas que se puedan unir en el frente interno e internacional.

El problema es transformar esta guerra de resistencia contra la agresión imperialista rusa en una guerra popular.


La necesidad de reconstruir el partido del proletariado. Como vemos en el desarrollo de esta contradicción en Ucrania, lo que falta es la dirección del proletariado a través de su Partido Comunista.

 

TRES AÑOS DESPUÉS DE LA ACTUAL GUERRA DE AGRESIÓN DEL IMPERIALISMO RUSO CONTRA UCRANIA

 

La actual guerra de agresión imperialista, iniciada el 26 de febrero de 2022, fue presentada por Putin y su ministro de Asuntos Exteriores, Larov, como una “operación especial”; como todo parece indicar, pensando en una “blitzkrieg”, que culminaría con la toma de la capital Kiev, seguida de la capitulación de las autoridades ucranianas y sus fuerzas armadas ante el apoyo o simpatía de la población con el invasor. Visto así, el resultado final esperado era la anexión del país con el beneplácito de la mayoría de la población de Ucrania, como había ocurrido con la anexión de Crimea en 2014, y de sus fuerzas armadas. En preparación de la invasión, el 4 de febrero de 2022, el presidente ruso, Vladímir Putin, “reconoció la independencia de las autoproclamadas repúblicas separatistas de Donetsk y Luhansk en el Donbás” y, el 21 de febrero de 2022, el propio Putin presentó su pretensión de anexión del país vecino, con las siguientes palabras:


“Ucrania no es sólo un país vecino para nosotros. Es una parte inalienable de nuestra historia, cultura y espacio espiritual”.


La actual guerra de agresión es la continuación de la invasión y anexión de Crimea (2014) por la Federación Rusa.

 

¿Cómo situar históricamente esta guerra?

 

Estamos todavía “en el período histórico de la lucha contra el imperialismo yanqui y el socialimperialismo de la URSS”, como lo definió el Presidente Mao. Un período histórico de lucha que ha sufrido cambios pero que aún no ha terminado; porque, con la bancarrota del revisionismo soviético y la disolución de la URSS, ha sufrido un cambio: la superpotencia socialimperialista entró en desintegración, su sistema económico se desmanteló, dando paso a 15 repúblicas, desapareció el “Pacto de Varsovia”, su sistema de control colonial y semicolonial entró en una nueva división, que continúa hasta hoy como lo prueba la guerra en Ucrania y la serie de conflictos “congelados” en todo el espacio de lo que fue la URSS. Aunque Rusia ha ocupado su lugar y sigue siendo una superpotencia atómica, en todos los demás aspectos se ha convertido en una potencia de segunda categoría. El primer mundo ha entrado en una redefinición.